Morane Saulnier MS-760 París: 40 años de servicio en la Fuerza Aerea Argentina...

Morane Saulnier MS-760 París Un pequeño avión hace un pasaje a baja altura sobre la pista llenando el aire con el vibrante sonido de sus turbinas; detrás suyo, se despliega lentamente una tela alargada con un gran círculo negro en el centro, una manga de tiro. En la plataforma, otros cuatro aviones similares aceleran sus motores y se dirigen a la cabecera de la pista, tripulados por jóvenes alféreces con sangre de cazadores. Una nueva generación de pilotos de caza argentinos está a punto de terminar sus prácticas de tiro aire-aire, de la misma forma que lo hicieron tantos otros antes que ellos, incluidos aquellos que se llenaron de gloria sobre nuestras Malvinas. Cuando los aviones regresen, una nueva promoción de pilotos cazadores se habrá formado sobre las alas de este pequeño gran guerrero, el Morane Saulnier MS-760 París.
Cuarenta años separan estos vuelos del día en que la Fuerza Aérea Argentina recibió oficialmente el primer París, como se le decía entonces, en aquel lejano 10 May ‘58. Pero la relación entre el Morane, como se lo llama ahora, y los cielos argentinos había comenzado unos meses antes, en Set ‘57, cuando el primer prototipo del MS-760, matriculado F-BGVO, llegó a Buenos Aires en medio de una gran promoción por Latinoamérica. Presentado como un birreactor cuatriplaza de enlace y transporte rápido, las autoridades argentinas quedaron impresionadas por sus posibilidades como avión de ataque ligero y moderno entrenador a reacción.
Desarrollado principalmente como aeronave de enlace de gran velocidad, diseñado a partir del MS-755 Fleuret, un entrenador biplaza con asientos en tándem derrotado por el Fouga Magister en la competencia por un reactor de entrenamiento para l’Armée de l’Air, el París efectuó su primer vuelo el 29 Jun ‘54. Los pedidos iniciales provinieron de l’Armée de l’Air y la Aeronavale francesas, y el primer ejemplar de serie hizo su vuelo inaugural el 27 Feb ‘58. Además de la Argentina y Francia, Brasil también adquirió un lote de París para tareas de enlace, fotografía y entrenamiento, los que estuvieron en servicio hasta 1972. Como aeronave de transporte ejecutivo civil únicamente se vendieron unos pocos ejemplares, principalmente en los Estados Unidos y Francia. Tras rápidas negociaciones con los representantes de la fábrica francesa, se llega a la firma de un contrato para la adquisición de 48 MS-760, 12 de los cuales tendrían origen francés y se ensamblarían en la Argentina, mientras que los restantes serían fabricados íntegramente por DINFIA (Dirección Nacional de Fabricaciones e Investigaciones Aeronáuticas). De esta forma, tras casi 20 años de producir sólo modelos de diseño nacional, se volvía a los aviones bajo licencia; siendo los Morane argentinos los primeros reactores fabricados en serie en Latinoamérica, colocando a la empresa cordobesa en la vanguardia regional.


Morane en vuelo rasante... Vuelo rasante sobre la pista de la EAM durante las Jornadas de Puertas Abiertas '96


Los aviones fabricados en Francia fueron tomados de la misma serie que los entregados inicialmente a l’Armée de l’Air, lo que permitió que el primero de ellos (n/s 3) llegara a la Argentina a principios de Oct ‘58, realizando el vuelo inaugural en nuestro país el día 27 de ese mismo mes y recibiendo la matrícula militar A-01, lo que reflejaba su misión esencial como avión de ataque. Los trabajos de montaje de esta primera serie de aviones “franceses” se extendieron hasta Oct ‘60, cuando se entregó a la FAA el décimosegundo Morane. Las matrículas asignadas eran A-01 al A-12, aunque después de la entrega del 5to avión, y por orden Nº 095 59-2J con fecha del 17 Jun ‘59 se efectúa la rematriculación del Morane, que cambia la “A” de ataque por la más apropiada “E” de entrenamiento, contando del E-201 en adelante.
En Nov ‘60 comenzó la construcción de los aviones totalmente “argentinos”, entregándose el primer ejemplar de esta serie, el E-213, en Mar ‘61, culminando la producción a mediados de 1963 con la salida de la línea de montaje del E-248.

En la IV Brigada Aérea

A medida que progresaba el armado de los París construidos en Francia, a mediados de 1959, los aviones se iban entregando a la IV Brigada Aérea, con asiento en la ciudad de Mendoza. Dicha Brigada tuvo a su cargo la puesta en servicio operativo del sistema MS-760, realizando diversas tareas, desde el traslado rápido de personal hasta pruebas de armamento. Estas últimas comprendían los ensayos de un contenedor para dos ametralladoras de 7,62 mm bajo cada semi-ala y varias combinaciones de cohetes y bombas de diversos tipos. Por 1959 se produce el primer accidente de una máquina de este modelo, el E-210, que resulta totalmente destruido.
En Set ‘60, durante la XV Semana Aeronáutica, ocho París tomaron parte en una espectacular demostración aérea frente a la costanera de la ciudad de Buenos Aires, durante la cual efectuaron varias pasadas de ataque con cohetes, bombas y ametralladoras contra blancos flotantes colocados en el Río de la Plata. La demostración culminó con una exhibición de acrobacia a baja altura, que constituyó el embrión de la futura escuadrilla acrobática de este sistema de armas.
En 1962 algunos Morane son transferidos a la VII Brigada Aérea, para luego regresar a El Plumerillo en 1967.


En ese año se trasladaron con el Grupo 2 de Cazabombardeo. Allí son destinados los egresados de la EAM (Escuela de Aviación Militar) seleccionados para volar aparatos de combate. El núcleo de pilotos del CB-2 está formado por experimentados aviadores que tienen a su cargo la instrucción teórica y práctica de los jóvenes alféreces. A lo largo del año que dura el curso se realizan prácticas de vuelo a instrumental, vuelo en formación, navegación táctica, bombardeo, acrobacia, tiro aire-tierra y aire-aire, y diversos temas específicos de combate. Además de su misión de escuela el CB-2 es considerado como una unidad de combate, por lo que sus Morane son desplegados frecuentemente a diversas localidades del país, operando incluso desde pistas de dispersión o rutas; actualmente dichos aviones están asignados al Escuadrón I del Grupo 4 de Caza, compartiendo la IV Brigada Aérea con los IA-63 Pampa del Escuadrón II, los helicópteros Lama del Escuadrón III y los Sukhoi Su-29 del Escuadrón IV. A lo largo de sus 40 años de servicio con los colores argentinos el Morane alcanzó varios logros significativos. El 22 Oct ‘64 una sección de cuatro aviones unió en el mismo día las localidades de Córdoba, Corrientes, Ushuaia y La Quiaca, regresando a Córdoba a las 23:30 h luego de recorrer casi 9 000 km. En el curso de este memorable vuelo, conocido como “Operativo 5001”, el París E-232 (n/s A-20) se convirtió en el primer reactor en aterrizar en Ushuaia, la ciudad más austral del mundo.
Otro logro significativo lo representa el hecho de que los Morane argentinos poseen la mayor cantidad de horas de vuelo de todos los construidos, llegando el E-223 a las 10 192,4 h, mientras que los E-225 y E-229 superaron también las 10 000 h de vuelo. Por otro lado, los aviones E-202, E-205, E-207 y E-208 siguen aún en servicio, 40 años después de haber sido construidos, lo que constituye un récord absoluto para un reactor militar fabricado en la Argentina. Durante el año ‘98 salieron de servicio diez de los veinte sobrevivientes, quedando diez máquinas operativas hasta más allá del 2000.

En la VII Brigada Aérea

A partir de 1962 comienzan a ser incorporados a la VII Brigada Aérea de Morón donde formaron los Grupos 2 y 3 de caza bombardeo, junto a los viejos Gloster Meteor F.Mk.4. En esta unidad participaron de todos los ejercicios de combate realizados hasta 1966, demostrando plenamente su capacidad de ataque ligero y apoyo cercano.
En los sucesos acaecidos el 21 Set ‘62 se vieron a dos máquinas armadas con ametralladoras y cohetes que no entraron en acción, sobrevolar la ciudad de Buenos Aires. Hacia 1967 se traslada la totalidad de los aviones de dotación a la IV Br. Aé.

En la Escuela de Aviación Militar

Con la entrada en servicio de los primeros MS-760 fabricados en Córdoba, a mediados de 1962, se decide destinar 12 de estos aviones a la EAM, para dedicarlos a la instrucción avanzada. El Morane se convirtió en un elemento fundamental para el adiestramiento de los pilotos de combate argentinos, ya que hasta ese momento éstos debían pasar sin transición alguna, de los entrenadores a hélice N.A. T-28A y Beech B-45 (T-34A) Mentor a los reactores de primera línea F-86F Sabre y Gloster Meteor.


Morane en pista... Primer Morane recibido por la FAA, preservado en condiciones de vuelo actualmente en la IV Br. Aé.

Los Morane tuvieron una muy destacada carrera en la EAM, no sólo en la formación de pilotos sino también en diversos operativos y maniobras. Gracias a las excelentes características de vuelo del MS-760 y al elevado nivel de entrenamiento de los pilotos del Grupo Aéreo Escuela, se decidió formar una escuadrilla acrobática, denominada “Escuadrilla Cóndor”. Los aviones recibieron una decoración especial en color blanco con vivos rojos en la trompa y el timón de dirección. La escuadrilla realizó espectaculares demostraciones por todo el país, llegando a presentarse en Asunción del Paraguay en Oct ‘69, en ocasión del 3er Festival Aeronáutico.
En 1987 los últimos Morane de la EAM fueron transferidos al CB-2, que pasó a ser desde entonces la única unidad de la FAA en operar el pequeño birreactor.

Anatomía del Morane

Es un birreactor cuatriplaza de ala baja con empenaje en T del que se produjeron dos versiones que diferían entre sí por los motores empleados. El MS-760A portaba los motores Turbomeca Marbore IIC de 400 kg de empuje, mientras que el modelo MS-760B París II, fabricado a partir de 1961 llevaba el motor Marbore VIJ de 480 kg de empuje, lo que hacía posible unas mejores prestaciones. Dadas estas diferencias en las capacidades, la FAA, a mediados de 1978, decidió llevar a cabo la remotorización de sus Morane con el motor Marbore VIJ. La modificación fue realizada por el Area de Material Río IV, lugar en donde también se efectuaron otras modificaciones a nuestros Morane.
Uno de los cambios más significativos fue la instalación de sendas ametralladoras de 7,62 mm en la sección de proa del fuselaje, reemplazando la barquilla que se colocaba bajo cada semiala y que provocaba una marcada merma en las prestaciones. Para ubicar las armas y su correspondiente munición, se debieron remover los equipos de comunicaciones, que fueron reubicados en el lugar del asiento trasero derecho, por lo que los París argentinos quedaron transformados en triplazas. Como complemento de la nueva configuración de armamento, se instaló una mira de tiro Sadir Carpentier GCS Mk.IV EC frente al asiento del piloto, con lo cual el Morane se transformó en una excelente plataforma de entrenamiento de tiro.
Los equipos de comunicaciones originales también fueron reemplazados por otros más modernos, aunque con considerables variaciones de un avión a otro, llegando algunos a contar con Omega y GPS, lo que provocó la aparición de diversas antenas y carenados.
Por otro lado un pequeño número de Morane fueron adaptados para el remolque de mangas, que se llevan en un soporte externo colocado en la parte trasera derecha del fuselaje, con el carretel del cable de remolque ubicado en el interior de la cabina. La proximidad entre la manga plegada y la tobera de escape del motor derecho llevó a que se instalara un deflector para desviar los gases calientes. Todas estas modificaciones han permitido ampliar las posibilidades y extender la vida útil de esta noble y robusta aeronave, que por más de cuatro décadas ha servido fielmente a las alas de la Patria.




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