Comenzamos el año saliendo publicado nuestro trabajo en el número Enero-Febrero
2001 de la
revista Aeroespacio, al igual
que dieciocho años antes gracias al Sr. Jorge di Paolo.
Contábamos con los mismos sectores que nos ayudaron el año anterior y con la
promesa de contribuciones por parte de empresas de primer nivel. También
fuimos asesorados desde principio de año constantemente por los ayudantes del Laboratorio de Mediciones Eléctricas
para poder llegar a medir RPMs y temperatura adecuadamente.
La Asociación Cooperadora nos facilitó $45 para acondicionar siete tambores
metálicos con capacidad de 200 litros porque teníamos contactos hechos con dos
posibles proveedores de JP-1 en calidad de donación. Contamos para ello con la
ayuda de un grupo de trabajo formado por alumnos de 1er año (quizás el más
joven que haya tenido el Laboratorio). Ninguna de éstas dos gestiones llegó a
buen término...
Es de destacar que la lata de aceite para turbinas "extraviada" el año anterior
sólo pudo encontrar el camino al Colegio de la mano de su dueño. Diego Turró nos
la tuvo que traer personalmente desde Rosario! Increíble...
También volvimos a visitar a la
Escuela Técnica
Taller Regional Quilmes para agradecer la ayuda que nos dieron durante el año anterior.
Fuimos recibidos por su Director, el Sr. Profesor H. Alori y otra vez por los Profesores L. Calienni y J. Juarez,
con quienes volvimos intercambiar datos acerca de nuestras experiencias y tomar algunas fotos.
Las que están inmediatamente a la derecha y abajo coresponden a su Marboré IIc con el
carro de transporte / tablero de control.
Por el mes de Mayo recibimos una visita de la Escuela Técnica Jorge Newbery que
nos consultó acerca de los procedimientos necesarios para poner en marcha uno
de sus dos Marboré IIc.
A mediados de Julio fuimos "encontrados" en Internet por el Ing.
Jeff Corr de los Estados Unidos
quien tiene una Marboré IIc en su garage y también quiere ponerla en marcha.
A fines de Agosto presentamos ante la Rectoría nuestro plan de trabajo, muy
limitado por la ya poco muy poco favorable situación económica del país y
después de haber agotado todas las instancias posibles para obtener los
materiales que nos faltaban a través de donaciones.
De hecho llegamos otra vez a la Semana de la Educación Técnica (Noviembre) y optamos por dedicarnos
a full a la Central de Vapor. Sin JP-1 ni adelanto real alguno (sobre todo en materia de instrumental de
medición) conseguidos durante el año, no tenía sentido comprometer nuestros
escasos recursos en ese momento y en esas condiciones.
Por esos días nuestro plan de trabajo se aprueba; pero los fondos ($326) todavía
tienen que llegar. Nos quedaría el consuelo de poder trabajar a partir del 30
de Noviembre con más comodidad (Los alumnos ya habrían terminado su período de clases
regulares). Fue prácticamente una constante a lo largo del 2001
la escasez de tiempo libre para poder reunir al grupo de trabajo previo, ya que los
los alumnos de 6to año Mecánica trabajaron todo el año en sus horas libres para
el reacondicionamiento del
Aula de Teoría del Laboratorio. Sabíamos que tenían
su último día de clases el 7 de Diciembre y no queríamos que dejaran la Escuela
sin haber visto el turborreactor en funcionamiento.
Trabajaron mucho y duro durante el año en dicha reconstrucción y queríamos de
alguna forma retribuir el trabajo después de horas que ellos nos dieron.
Decidimos entonces que esa sería la fecha adecuada para intentar la primera
puesta en marcha del año. Otra vez
compraríamos nosotros los elementos que nos faltaban para intentar medir RPMs y
temperatura, además de un par de baterías de 12V nuevas; porque no había
confirmación del arribo de los fondos aprobados. Estaban
inmovilizados por las (entonces) nuevas medidas económicas de emergencia.
Habían quedado algunos litros de querosén no utilizados en el ensayo de la Central
Eléctrica del Laboratorio el 15 de Noviembre que
otra vez convertiríamos en "JP-1 Krause". Con la ayuda de Gustavo Tinello y
Daniel Robles (ambos ATTP del Laboratorio de Mediciones Eléctricas) pudimos adaptar a dos multímetros digitales para leer temperatura
(otra vez gracias al Taller de Cerámica) y RPMs (otra vez gracias al Taller de
Mecánica Ciclo Superior).
Cuando hacía rato que pensábamos que al menos por éste año no contaríamos con los fondos para
comprar el resto de lo que nos faltaba, la mañana del 6 de Diciembre nos comunican
que nuestro efectivo está disponible. Otra vez haciendo lo que mejor sabemos... conseguir lo que nos falta 24hs. antes
de nuestra fecha fijada para la puesta en marcha!. Y hasta tuvimos tiempo de descansar 45 minutos antes del primer intento del año.
No pudimos conseguir a tiempo las baterías de 12V nuevas, pero contábamos con
las del año pasado para el intento. O al menos eso pensábamos hasta que una
revisión cuidadosa de una de las baterías disponibles mostró que no servía para
nada más útil que un enorme pisapapeles...
Y ya todo el establecimiento sabía de la fecha y hora estimados de la puesta en marcha.
Pero por lo que ya sabíamos intentar un arranque con una sola batería útil era un
una empresa harto difícil. Aún con las dos baterías en condiciones en los dos años
anteriores ya tuvimos muchos problemas para poner en marcha el turborreactor.
Recordando lo sucedido avisamos a todos los presentes (Regente, Departamento de Mecánica, Gabinete Pedagógico, personal de Laboratorios,
maestros de casi todos los Talleres y alummnos) que sólo
haríamos un par de intentos y si la cosa no funcionaba esperaríamos al Lunes
siguiente para volver a intentarlo con las baterías nuevas. Usaríamos al igual
que el año pasado los cargadores - arrancadores como "apoyo" de la única batería
útil.
Tampoco podría ser un problema menor una línea de combustible nueva de mucho menor sección que probaríamos
por primera vez junto con una secuencia de arranque también distinta a la usada previamente, en la que básicamente
forzábamos el arranque después de 30 segundos de encendido el motor eléctrico auxiliar. Ahora
contaríamos con un taquímetro para un control más preciso de la etapa de encendido.
Pero, funcionarían bien ambas?.
A las 14:25 hs. del 7 de Diciembre iniciamos la nueva secuencia de arranque que fue interrumpida cuando uno de nuestros
asistentes pensó que algo andaba mal en la máquina al no ver llegar al
combustible por la línea de alimentación. Falsa alarma. (Al menos pudimos
comprobar que la etapa auxiliar de encendido funcionaba...). Después de tan
prometedor inicio, lanzamos otra vez la secuencia deseando como siempre
(ahora quizás más que nunca) que se cumpliera a la perfección y el turborreactor
arrancara sin problemas. Y lo más sorprendente es que por primer vez nuestra
expresión de deseo se vio cristalizada a las 14:28hs. con un arranque
perfecto, sin llamas, sin humo y sin el ruido descomunal del año anterior.
Por primera vez podíamos medir temperatura y RPMs adecuadamente, aunque una
pérdida bastante notable de aceite en el manómetro indicador daba el único
toque de atención.
Esperamos 30 segundos después del arranque como recomienda el manual, y por primera vez también aceleramos, llevando a la
máquina hasta las 10 100 RPMs y una obteniendo una temperatura promedio de 410 °C
(Sorprendentemente baja e igual a la del año pasado...).
Tres minutos más tarde apagaríamos la máquina para evitar cualquier daño posible
por falta de aceite en el sistema de lubricación aunque en todo momento la
presión que indicaba el manómetro fue más que buena.
Pero... las modificaciones introducidas al circuito de combustible cumplirían
con su cometido ó tendríamos los mismos problemas que años anteriores?
Sólo cinco segundos más tarde de cortado el paso de JP-1 la máquina se detuvo.
La alegría de todos los presentes (y en particular la nuestra) eran enormes. Recién lográbamos lo que se
suponía debimos haber tenido tres años antes...
control completo de la máquina con el instrumental adaptado
de uso industrial comercial, no aeronáutico.
Ya teníamos suficientes buenas noticias para un sólo día cuando el Secretario del Departamento
de Mecánica nos sugirió reparar la pérdida y volver a intentar otra puesta en marcha.
La propuesta fue tentadora a tal punto que lo hicimos inmediatamente.
A las 15:04 hs. otra vez estábamos en marcha de primera intención y sin problemas
al igual que antes, si bien la pérdida original de aceite no fue totalmente
eliminada. Mientras tratábamos de llevar la máquina a un número de RPMs más alto,
a las 11 000 RPMs aprox. el medidor de temperatura fue de
410 °C a -400 °C.
Evidentemente nuestra gloriosa termocupla donada en 1982 por Aerolíneas Argentinas no estuvo
funcionando como correspondía en los últimos dos años y ahora había dicho basta.
Pero hasta ésta falla, la única que hubo en el día, ocurrió de modo tal de no dejar dudas y en el momento más oportuno.
Una pérdida de aceite sumada a la falta de control de temperatura a 11 000 RPMs no son algo recomendable en éste tipo de máquinas, y otra vez
la apagamos tan rápida y efectivamente como antes. Confirmamos entonces el problema
con la termocupla, y que nuestros nuevos sistemas de arranque y parada son efectivos. Terminamos el día con un pequeño
festejo en el Laboratorio de Motores, y para variar; corridos por la lluvia.
Qué más se puede pedir?
Bueno, para empezar una termocupla nueva. Llegamos a la conclusión que no tenía sentido esperar a otra partida para reemplazar la
que ya no funciona, así que otra vez afrontamos nosotros los gastos que generarían
una termocupla y un termómetro digital para termocuplas;
y otra vez la Asociación Cooperadora
tuvo la gentileza de donarnos el importe de la compra ($100).
El Lunes siguiente (10 de Diciembre) no era un día más para nosotros. Ese día los
alumnos de 6to año Mecánica 2001 recibían su diploma, y hacía 19
años antes
ese mismo día los alumnos de 6to año Mecánica 1982 también
ponían en marcha el turborreactor
Rolls-Royce Derwent
V por primera vez horas antes de recibir sus diplomas. Hicimos lo imposible
por tener todo listo para hacer algo de "ruido" durante la ceremonia, pero no nos
alcanzó el tiempo y preferimos ir a lo seguro, llevando la nueva fecha de encendido al Viernes 14 de Diciembre con
algunos adicionales más: contaríamos con las baterías nuevas, con termocupla y sistema de medición
de temperatura completamente nuevos e intentaríamos por primera vez filmar la puesta en marcha.
A las 15:21 hs., contando con la presencia del Sr. Vicerrector entre nosotros, y la recomendación del Sr.
Rector de no hacer volar nada por el aire; otra vez arrancamos de primera intención y sin
problemas excepto nuestra persistente pérdida de aceite.
Ahora llevaríamos la máquina hasta donde se pudiera y todo quedaría filmado.
Aceleramos lentamente y llegamos hasta las 15 900 RPMs (sobre 22 600 RPMs máx.
al despegue) y apagamos la máquina aproximadamente después de 3 minutos de
marcha. Los medidores funcionaron como debían, habiéndose registrado como
temperatura más alta 590 °C.
Otra vez todo funcionó a la perfección a un
número de RPMs alto, lo que
hace que dejemos de pensar en un medidor de empuje como mera especulación.
Nuestro Marboré IIc puede utilizarse para algo más que hacer ruido!.
La gran sorpresa la tuvimos un par de días más tarde cuando nos enteramos que
de la filmación
no había quedado registrado nada.... Pensamos entonces aprovechar los días
que nos quedaban para tratar de solucionar definitivamente la pérdida de aceite
e incorporar un acelerador servoasistido, pero los infortunados hechos de las
últimas semanas de Diciembre pusieron fin a nuestra propuesta. Esperamos
llevarla a cabo en los últimos días de Febrero del 2002 con la adición de un
medidor de empuje elemental.
Si nos atenemos a lo ocurrido hasta ahora, el 2002 promete ser más duramente
inusual que el año anterior. Por las dudas, no se pierda el "Así nos fue en 2002..."
a partir de los primeros días de Marzo!
Agradecemos igual que el año pasado a:
Maestros del taller de Mecánica Ciclo Superior: Sres. A. Seguí, B. González y J. D'Agrosa.
Por estar otra vez como siempre a nuestro lado para lo que haga falta.
Asociación Cooperadora: Asistiéndonos otra vez con fondos para comprar materiales y poder seguir trabajando.
Laboratorio de Mediciones eléctricas: Sres Wögerbauer y Álvarez; Gabriel Nóbile, Daniel Robles y Gustavo Tinello.
Materiales para el tablero eléctrico, instrumentos de medición y consejos.
Taller de Carpintería: Sres. Allende.
Materiales para el tablero eléctrico.
Taller de Cerámica: Sres. Enrique López, Juan Carlos Masi y Luis Villa.
Uso de instalaciones para calibrar termocuplas y aislantes.
También agradecemos a:
Egresados: Sr. Diego Turró. Por traernos el aceite para turbinas desde Rosario.
Sres. Alejandro Flagel y Roberto Laterra por la colaboración en los días de
puesta en marcha. De nuevo a Roberto Laterra por colaborar con la traducción de la página al idioma
de Shakespeare.
Alumnos de 1er Año: Fernando Brito, Mariana Fernandez Espasandin, Karina García y Cynthia Goitía.
Por el acondicionamiento de los tambores de 200 litros de JP-1.