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Con
la firma del decreto del año 1897 se da el punto de partida de una
forma de enseñanza muy diferente a la de las escuelas de Artes y
Oficios, de las que por ese entonces ya había varias en el país.
Pero había que empezar de cero y con poco, por lo que
la nueva entidad nace como Departamento de la escuela donde se desarrollaban
cursos de Comercio, Contadores Públicos y de Calígrafos;
bajo la dirección de Santiago H. Fitz Simon. En un principio, el
plan inicial no alcanzaba la medida que debía tener para responder
a las necesidades de su creación.
Era de cuatro años de duración y no tenía división
de especialidades.
Al segundo año de su funcionamiento se produce la vacante
de Director Técnico que se le ofrece al Ingeniero Otto Krause, quien
ya era una figura destacada en el ámbito de la ingeniería
nacional, además de ser ya entre otras cosas, Profesor y Académico
de nuestra Universidad. Dicha persona tenía en su haber además,
la experiencia de haber visitado en comisiones el Viejo Continente, y había
podido interiorizarse de la forma en que se impartía enseñanza
en Francia y Alemania, por ejemplo. De esa forma genera un nuevo plan
de estudios adaptando los métodos que mejores resultados dieran
en sus países de origen a nuestras necesidades, el que se aprueba el
6 de Junio de 1898.
El nuevo plan abarcaba seis años, con especialización
a partir del cuarto, consistiendo en: Mecánica, Quimica y Maestro
Mayor de Obras; a la que se agregaría más adelante Electricidad.
La importancia del cambio queda demostrada por
la firma de un decreto el 17 de Marzo de 1899, en la que se crea la Escuela
Industrial de la Nación, con el Ing. Otto Krause al frente como
Director.
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El impulso de la nueva modalidad de enseñanza hace que rápidamente
las instalaciones de la Escuela de Comercio sean insuficientes, los que
nos lleva a...
Mientras tanto, sólo 100 años mas tarde, con el marco de un día no muy propicio para un ensayo (baja presión atmosférica, posibilidad de lluvia...), comienzan los actos del festejo a las 9:30 hs.; preparando todo desde dos horas antes para poner en marcha la central eléctrica del Laboratorio en presencia de autoridades, padres, alumnos y Egresados.
Afortunadamente
el evento transcurrió sin problema alguno, convirtiéndose
en una auténtica fiesta al, por ejemplo, poder intercambiar opiniones
con Egresados del año 47 acerca de las primeras reparaciones que
fueron necesarias en la instalación, o la visita de Egresados del
año 84, (ver foto) que bajo la dirección del Profesor Lorenzo
Lambruschini (Para nosotros el Gran Ausente en la celebración) realizaron
idénticas tareas casi 40 años después; o el asombro de los más chicos al ver
las instalaciones acompañados por sus padres.
También
fuimos honrados con la presencia del Sr. Agregado Cultural de la Embajada
Alemana y del Director del Instituto Goethe, quienes a pesar de sus múltiples
ocupaciones, se mostraron muy interesados en el funcionamiento de las instalaciones
y con quienes mantuvimos varios minutos de cordial diálogo.
En suma, lo que pensábamos festejar (100 años)
creemos quedó pálido frente al reencuentro de varias generaciones
reunidas en torno a una sola palabra:
KRAUSE. |